IMPORTANCIAS.
La
contribución de la ganadería a la economía mundial no se
limita a la producción directa de alimentos, pues comprende también pieles,
fibras, estiércol (fertilizante o combustible), fuerza de tiro y acumulación de
capital. Estos elementos están estrechamente asociados con la estructura social
y el bienestar de muchas sociedades rurales y sirven como reserva estratégica
que aumenta la estabilidad no sólo del hogar, sino también del sistema
agropecuario general.
La
contribución social y económica de la ganadería representa
un elemento fundamental del desarrollo agrícola sostenible y la seguridad
alimentaria familiar. Y su importancia pueden resumirse como sigue:
* un efecto "amortiguador" y estabilizador, dispersando el riesgo entre combinaciones de distintos cultivos y especies animales, no sólo en la explotación, sino también a nivel nacional y regional;
* una utilización viable de las zonas marginales con usos alternativos escasos, si tienen alguno;
* bienes de corta duración fáciles de liquidar, en particular especies menores, como ovejas, cabras y aves de corral, para la compra de alimentos e insumos agrícolas y con destino a las obligaciones sociales;
* una reserva de capital y cobertura contra la inflación, particularmente las especies mayores;
* una fuente de ingresos regulares, aunque a menudo escasos, mediante la venta de leche, huevos, pequeños animales y servicios;
* una fuente de proteínas y, lo que es más importante, de micronutrientes, especialmente para las familias y los grupos de edad vulnerables;
* insumos para la producción agrícola, en particular energía de tracción animal (en los países en desarrollo más del 80 por ciento de la energía utilizada en la agricultura se deriva de los animales) y estiércol;
* servicios de transporte;
* estiércol como combustible (seco o convertido en biogás) y material de construcción; y
* oportunidades de empleo en la producción y elaboración de sistemas donde la mano de obra familiar puede tener unos costos de oportunidad escasos o nulos o donde hay superávit estacional.
- una perspectiva tecnológica, encaminada a superar los principales obstáculos para la producción, las enfermedades clínicas y subclínicas, la elaboración y la distribución, mediante una utilización más eficaz de los recursos; y
- el suministro a los Estados Miembros de una base regional para la planificación del fomento de la ganadería, mediante el acceso a una información y unas directrices mejores sobre las políticas y el desarrollo tecnológico.
* un efecto "amortiguador" y estabilizador, dispersando el riesgo entre combinaciones de distintos cultivos y especies animales, no sólo en la explotación, sino también a nivel nacional y regional;
* una utilización viable de las zonas marginales con usos alternativos escasos, si tienen alguno;
* bienes de corta duración fáciles de liquidar, en particular especies menores, como ovejas, cabras y aves de corral, para la compra de alimentos e insumos agrícolas y con destino a las obligaciones sociales;
* una reserva de capital y cobertura contra la inflación, particularmente las especies mayores;
* una fuente de ingresos regulares, aunque a menudo escasos, mediante la venta de leche, huevos, pequeños animales y servicios;
* una fuente de proteínas y, lo que es más importante, de micronutrientes, especialmente para las familias y los grupos de edad vulnerables;
* insumos para la producción agrícola, en particular energía de tracción animal (en los países en desarrollo más del 80 por ciento de la energía utilizada en la agricultura se deriva de los animales) y estiércol;
* servicios de transporte;
* estiércol como combustible (seco o convertido en biogás) y material de construcción; y
* oportunidades de empleo en la producción y elaboración de sistemas donde la mano de obra familiar puede tener unos costos de oportunidad escasos o nulos o donde hay superávit estacional.
- una perspectiva tecnológica, encaminada a superar los principales obstáculos para la producción, las enfermedades clínicas y subclínicas, la elaboración y la distribución, mediante una utilización más eficaz de los recursos; y
- el suministro a los Estados Miembros de una base regional para la planificación del fomento de la ganadería, mediante el acceso a una información y unas directrices mejores sobre las políticas y el desarrollo tecnológico.
Sin embargo, el
rápido crecimiento de la producción pecuaria lleva asociados aspectos
negativos, agravados por las políticas inapropiadas y la mala ordenación
de los recursos, con consecuencias ecológicas y sociales graves. Entre éstas
cabe mencionar las siguientes:
- Degradación de la tierra: evidente en las zonas semiáridas de África y en el subcontinente de la India. Esto se debe a una interacción compleja entre la limitación de los movimientos del ganado, la tenencia de la tierra, el avance de los cultivos y la recogida de leña. Los cambios en las políticas de tenencia de la tierra, asentamiento e incentivos han socavado en muchos casos las prácticas tradicionales de utilización de la tierra. Sin embargo, actualmente se opina que en los informes del pasado sobre una desertización y degradación generalizadas se exageraba el alcance del problema, especialmente por lo que se refiere al mantenimiento de la productividad y los daños irreversibles.
- Degradación de la tierra: evidente en las zonas semiáridas de África y en el subcontinente de la India. Esto se debe a una interacción compleja entre la limitación de los movimientos del ganado, la tenencia de la tierra, el avance de los cultivos y la recogida de leña. Los cambios en las políticas de tenencia de la tierra, asentamiento e incentivos han socavado en muchos casos las prácticas tradicionales de utilización de la tierra. Sin embargo, actualmente se opina que en los informes del pasado sobre una desertización y degradación generalizadas se exageraba el alcance del problema, especialmente por lo que se refiere al mantenimiento de la productividad y los daños irreversibles.
El hecho de que en la región sahariana haya
aumentado tanto la producción por cabeza (carne/UPT) como por superficie
(carne/ha) a lo largo de los 30 últimos años demuestra claramente que esos
sistemas depastoreo son extraordinariamente resistentes. Asimismo, sería un
error infravalorar los problemas; no hay ningún motivo para estar satisfechos.
- La deforestación que acompaña a las grandes explotaciones comerciales surgidas tras la destrucción de grandes superficies de selva tropical, con su grave pérdida de biodiversidad, ha despertado la atención del público. El problema se debió en gran medida a políticas erróneas que permitieron organizar grandes explotaciones de ganado vacuno, y se ha limitado en gran parte, aunque no de manera exclusiva, a América Central y del Sur.
- Involución (derrumbamiento) de los sistemas de explotación mixta en zonas donde la elevada presión demográfica ha provocado la fragmentación de las explotaciones hasta tal punto que ya no admiten un número suficiente de los animales, especialmente grandes rumiantes, que proporcionan insumos fundamentales. Los sistemas agropecuarios han dejado de ser sostenibles y han comenzado a desintegrarse.
- Contaminación presente donde los productos residuales, especialmente estiércol y efluentes derivados de él, superan la capacidad de absorción de la tierra o la infraestructura disponible para su eliminación inocua. Muchos de estos problemas están asociados a los sistemas de producción industrial del mundo desarrollado. Sin embargo, también hay problemas análogos en los países en desarrollo, y se prevé un aumento y agravamiento, debido a la falta de reglamentación ecológica o de su aplicación.
- Los animales están relacionados con el problema del "calentamiento del planeta". El ganado doméstico (junto con muchos cultivos agrícolas, en particular el arroz) producen anhídrido carbónico (CO2) y metano (CH4), así como pequeñas cantidades de ozono (O3) y óxido nitroso (N2O), los denominados "gases del efecto de invernadero", tanto directamente, como consecuencia de la digestión de fibras de los rumiantes, como de manera indirecta, a partir del estiércol, la quema de hierba, etc. Existen tecnologías que pueden limitar las emisiones por unidad de producto, siempre que se disponga de incentivos apropiados para su utilización. La clave está en aumentar la productividad mediante una nutrición mejor que reduzca las emisiones por unidad de producto. En el sentido inverso, las zonas de pastoreo extensivo y agroforestales también absorben grandes cantidades de CO2 constituyen un importante "sumidero" en el ciclo del carbono.
- La pérdida de biodiversidad es un problema, habiendo alrededor de 600 razas de animales domésticos que corren peligro de extinción y con la ulterior erosión de muchas razas tradicionales y adaptadas localmente. La consecuencia es una dependencia creciente de una base de recursos genéticos cada vez más limitada, favorecida por biotecnologías como la inseminación artificial (IA), que permite transferir fácilmente material genético a través de las fronteras internacionales.
- La deforestación que acompaña a las grandes explotaciones comerciales surgidas tras la destrucción de grandes superficies de selva tropical, con su grave pérdida de biodiversidad, ha despertado la atención del público. El problema se debió en gran medida a políticas erróneas que permitieron organizar grandes explotaciones de ganado vacuno, y se ha limitado en gran parte, aunque no de manera exclusiva, a América Central y del Sur.
- Involución (derrumbamiento) de los sistemas de explotación mixta en zonas donde la elevada presión demográfica ha provocado la fragmentación de las explotaciones hasta tal punto que ya no admiten un número suficiente de los animales, especialmente grandes rumiantes, que proporcionan insumos fundamentales. Los sistemas agropecuarios han dejado de ser sostenibles y han comenzado a desintegrarse.
- Contaminación presente donde los productos residuales, especialmente estiércol y efluentes derivados de él, superan la capacidad de absorción de la tierra o la infraestructura disponible para su eliminación inocua. Muchos de estos problemas están asociados a los sistemas de producción industrial del mundo desarrollado. Sin embargo, también hay problemas análogos en los países en desarrollo, y se prevé un aumento y agravamiento, debido a la falta de reglamentación ecológica o de su aplicación.
- Los animales están relacionados con el problema del "calentamiento del planeta". El ganado doméstico (junto con muchos cultivos agrícolas, en particular el arroz) producen anhídrido carbónico (CO2) y metano (CH4), así como pequeñas cantidades de ozono (O3) y óxido nitroso (N2O), los denominados "gases del efecto de invernadero", tanto directamente, como consecuencia de la digestión de fibras de los rumiantes, como de manera indirecta, a partir del estiércol, la quema de hierba, etc. Existen tecnologías que pueden limitar las emisiones por unidad de producto, siempre que se disponga de incentivos apropiados para su utilización. La clave está en aumentar la productividad mediante una nutrición mejor que reduzca las emisiones por unidad de producto. En el sentido inverso, las zonas de pastoreo extensivo y agroforestales también absorben grandes cantidades de CO2 constituyen un importante "sumidero" en el ciclo del carbono.
- La pérdida de biodiversidad es un problema, habiendo alrededor de 600 razas de animales domésticos que corren peligro de extinción y con la ulterior erosión de muchas razas tradicionales y adaptadas localmente. La consecuencia es una dependencia creciente de una base de recursos genéticos cada vez más limitada, favorecida por biotecnologías como la inseminación artificial (IA), que permite transferir fácilmente material genético a través de las fronteras internacionales.
•
Cesar
El mejoramiento de
las condiciones de seguridad del departamento del Cesar le ha permitido al
sector ganadero doble propósito un resurgimiento tanto desde el punto de vista
tecnológico como de crecimiento. Su cercanía a Venezuela hizo que la ganadería
de carne se exportara y, por otro lado, se diversificara en productos lácteos,
incluso durante el decaimiento en las relaciones binacionales, que redundó
directamente a favor a este sector. Jahir Lombana Coy, Dorian Martínez Martelo,
Miguel Valverde, Jesús Rubio Oquendo, Jaime Castrillón Cifuentes, William
Marino 20 Hay una coincidencia en la apuesta productiva del departamento con el
sector bovino teniendo en cuenta las razas, la declaración de zona libre de
aftosa y la buena infraestructura de frigoríficos (DNP 2007c). Por esto se
espera que en 2020 sea el primer productor y exportador de carnes y lácteos del
país. Las ventajas comparativas de localización a mercados externos, extensas
pasturas, y vocación se suman a las ventajas competitivas por capacidad instalada
para sacrificio de carne y procesamiento de leche, rendimientos superiores de
carne por hectárea frente al nacional y de sólidos en leche para procesamiento
en polvo también superior al nacional. El Plan de Desarrollo (Gobernación de
Cesar, 2008), por su parte, reconoce problemas zoosanitarios y de calidad
graves, tanto en cárnicos cuanto en leche (brucelosis, alto recuento bacteriano
en leche, etc.), así como la estacionalidad de la producción.
El Cesar se destaca por concentrar sus exportaciones en
el sector minero; sin embargo, un rubro importante está en el ganado bovino en
pie que es el 11% de sus exportaciones; aunque es considerado un rubro poco
sofisticado, en el perfil exportador y apuesta productiva se anotan los
productos derivados de la carne y leche como potenciales. En el departamento
del Cesar se estima un inventario bovino de aproximadamente 1.625.978 cabezas,
de las cuales el 32% son hembras mayores de 3 años y un 32% son machos menores
de 3 años. De un total estimado de 13.270 predios el 44% tiene entre 26 y
100 cabezas.
Carne
El total diario de
sacrificio se estima en 796 cabezas (Fedegán 2009). El número diario es el
resultante de la cantidad anual (264 días año de operación de centros de
sacrificio), de las cuales se concentra más del 70% en: Frigo-Vijagual [antes
Frigosán (29%)], Camagüey S. A. (20%), Frigorífico Fondo Ganadero de (18%) y
Coolesar (8%). De acuerdo a la orientación de la raza, el ganado bovino de
Cesar se orienta en un 31,85% a carne (MADR & CCI, 2009).
Leche
La orientación de
la raza en el departamento del Cesar es eminentemente doble propósito, que
tiene un 67,71% de participación a partir del cual se deriva de manera
exclusiva la producción de leche. La producción diaria de leche se estima en de
1.350.410 litros (Fedegán 2009) de la que se reporta un acopio de 417.664
litros/día, que en más de un 70% se concentra en: D.P.A.-Dairy Partners
Americas (36%), Freska-Leche (21%), Láct. del Cesar Ltda.-Klarens (10%) y
Ciledco Ltda. (8%). En el Cesar, la mayor parte de la leche de las 329.193
vacas en ordeño (MADR & CCI, 2009) va directamente a la industria (70,91%)
y tan solo el 14.06% pasa a intermediarios.
El sector bovino se caracteriza por tener una gran
cantidad de actores que intervienen en la cadena de suministro, como son: el
productor ganadero (P. G.); intermediarios, bien sean comercializadores, o bien
frigoríficos, industria de transformación; los distribuidores, y el consumidor
final. En Colombia, la integración de la cadena láctea se ha hecho parcialmente
a través de cooperativas entre productores e industria. Sin embargo, la gran
mayoría de interacciones se presentan entre distintos eslabones. En este aparte
se presentan elementos que conforman la oferta y demanda dentro de la cadena de
valor para el sector ganadero del Caribe colombiano, teniendo en cuenta los
tres sectores productivos. Para ello se hace una caracterización general del
sector ganadero con especial énfasis en el Caribe como región.
Gráfico
1 Cadena de suministro de los sectores cárnico y lácteo
El sector ganadero en Colombia representa el 1.6% del PIB
nacional (Fedegán, 2010), y emplea aproximadamente a 950.000 personas
directamente, o sea, 7% del total nacional (DANE, 2010). Tomando solamente el
sector agropecuario, el PIB ganadero representa el 20.1% del total, frente a
otros sectores que le siguen en importancia, como son: 7,8% en el avícola, 7,0%
en frutas, 6.1% flores, 5.9% café (DANE, 2010)1 . En cuanto al uso del suelo
(50.941.744 hectáreas), el 77% está destinado al sector pecuario, del cual 81%
son pastos y el restante 19% son malezas y rastrojos (MADR & CCI, 2009).
Tabla
1 Superficie del uso del suelo en el Caribe por departamento* (2009) participación del sector en el PIB departamental (2006)
Gráfico 2 Usos de la superficie agrícola y pecuaria (localización y participación % en el total departamental) Al analizar el inventario bovino en la región, se concluye que en esta zona existen 8.248.210 cabezas de las cuales 2.812.987 son machos, que equivalen al 34,1%, y 5.435.223 son hembras, que equivalen al 65.9%.
Cuando se compara el inventario de machos y hembras se tiene que Córdoba ha reducido el suyo en ambos casos. Así si bien en 2002 en machos sobrepasaba el millón de cabezas, ya en 2009 apenas alcanzaba las 900.000. En cuanto a hembras, el departamento contaba en 2002 con 1.600.000, cifra que en 2009 se redujo a 1.400.000. Por su parte, Cesar pasó de poco más de 400.000 machos en 2003 a contar aproximadamente con 650.000 machos en 2009. En hembras la tendencia también ha sido creciente, pues pasó de 700.000 en 2003 a casi 1.200.000 en 2009. Es de anotar que la tendencia creciente en hembras también se ha presentado durante el período 2003-2009 en los departamentos de Sucre, Bolívar y Magdalena.
1.1.PRODUCCIÓN
Carne La producción de carne en el Caribe ha
sido constante frente al total nacional. El total de la región Caribe respecto
al resto del país se ha mantenido entre un 25 y un 30% durante la década. Por
participación promedio, los departamentos de Cesar (6,5% del total nacional) y
Córdoba (6,9% del total nacional) son los mayores productores de la región. Se
evidencia la poca participación de La Guajira en el total regional y el
nacional.
Gráfico
9 Calidades de leche cruda nacional y región 3
Esta evidencia aclara las
propiedades que pueden ser favorables tanto para consumo regional como
internacional, aun cuando debe tenerse en cuenta que la informalidad, si bien
aquí no se muestra, puede distorsionar los datos finales; sin embargo, se trata
de un problema latente no solo en el Caribe colombiano sino en todo el ámbito
nacional. En cuanto a la capacidad instalada de acopio, en la región 3 se tiene
un nivel general de subutilización, que en el Cesar es del 53% y en el
Magdalena llega a 93%. En relación con la capacidad de procesamiento el rango
de subutilización va desde 55% en Atlántico hasta 86% en Magdalena. Es de
destacar que los departamentos con mayor capacidad instalada no son
necesariamente los que tienen mayor producción lechera. Atlántico, por ejemplo,
tiene una capacidad instalada para acopio de 1.020.300 litros al día y 770.000
para procesamiento, pero utiliza tan solo el 34.27% y 45.39%, respectivamente.
Lo anterior está relacionado con la ubicación de la industria en los grandes
centros de consumo.
Tomado de:
- http://www.uninorte.edu.co/documents/72553/6f470a48-4af1-4e90-9349-e0c4b05ca242
- http://desarrolloydefensa.blogspot.com.co/2008/04/importancia-de-la-ganadera-en-el.html
- http://es.slideshare.net/vinasegovia/contabilidad-agropecuaria